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Enoturismo

El recorrido del visitante enoturístico: cómo diseñar experiencias memorables

Autor

Gabi Zimmer

Fecha de publicación

Experiencia Masi

El enoturismo no se trata solo de abrir la bodega al público. Se trata de diseñar una experiencia que conecte, emocione y deje huella.

Durante la conferencia “Impulsando el Enoturismo en Uruguay”, organizada por INAVI, Eurocámara, Inspyrame UE, la Cámara Mercantil Uruguay - Italia y la Embajada de Italia, la Dra. Alessia Pasotti, responsable de Enoturismo en Masi Agricola S.p.A. (Italia), compartió cómo estructuran su estrategia de hospitalidad en torno al Customer Journey: un modelo que ayuda a pensar en cada punto de contacto con el visitante, desde el primer clic hasta mucho después de la visita.

Aquí te contamos cómo funciona y por qué puede marcar la diferencia.

¿Qué es el Customer Journey?

El Customer Journey (recorrido del cliente o visitante) es una herramienta que permite visualizar, organizar y mejorar cada etapa del vínculo entre una persona y tu proyecto.

Pensar en este recorrido ayuda a evitar experiencias desarticuladas y a construir una propuesta clara, coherente y cuidada en cada punto de contacto.

Las cinco etapas del recorrido

1. Brand Awareness (Conocimiento de Marca)

Objetivo: que te conozcan.

Esta es la primera vez que alguien escucha hablar de tu bodega. Puede ser por una búsqueda online, una recomendación, un contenido en redes sociales o un folleto en un hotel.

Qué tener en cuenta:

  • Presencia en plataformas turísticas, redes y medios locales.
  • Un sitio web claro, actualizado y optimizado para buscadores.
  • Material gráfico profesional: brochures, mapas, cartelería.
  • Identidad visual coherente y reconocible.

💡 Si no te ven, no te eligen.

2. Reservas

Objetivo: que puedan elegirte fácilmente.

Una vez que te encuentran, tienen que poder concretar su visita de forma ágil. Esta etapa es clave para generar confianza y profesionalismo.

Qué tener en cuenta:

  • Canales simples: WhatsApp, email, teléfono o motor de reservas online.
  • Respuestas rápidas y tono amable.
  • Información clara: horarios, tarifas, idiomas disponibles, duración.
  • Confirmaciones automáticas o personalizadas.

💡 Una reserva sencilla marca el tono de toda la experiencia.

3. Experiencia en bodega

Objetivo: que vivan algo significativo.

Es el momento más importante del recorrido. La visita es mucho más que una cata: es una oportunidad para contar tu historia y transmitir tus valores.

Qué tener en cuenta:

  • Buena acogida desde el inicio.
  • Personal capacitado y empático.
  • Adaptación al perfil del visitante: si no toma alcohol, si viene con niños, si prefiere otro idioma.
  • Espacios limpios, señalizados y coherentes con la identidad de la marca.

💡 Las personas no recuerdan todo lo que se les dijo, pero sí cómo las hicieron sentir.

4. Post-experiencia

Objetivo: que te sigan recordando.

La relación no debería terminar cuando la persona se va. Este momento es clave para reforzar el vínculo.

Qué tener en cuenta:

  • Solicitar feedback o reseñas (con elegancia y sin presión).
  • Recolectar datos de contacto (con consentimiento).
  • Ofrecer un pequeño beneficio (ej. descuento en próxima compra).
  • Enviar un email de agradecimiento o un contenido relacionado.

💡 El seguimiento post-visita es una de las grandes oportunidades desaprovechadas del enoturismo.

5. Fidelización

Objetivo: que vuelvan, compren o recomienden.

El recorrido ideal termina con una persona que se siente parte de tu universo y quiere seguir en contacto. Para eso, hace falta una estrategia concreta.

Qué tener en cuenta:

  • Crear un Wine Club con beneficios reales.
  • Enviar newsletters con contenido útil o exclusivo.
  • Ofrecer promociones o acceso anticipado a lanzamientos.
  • Facilitar la recompra online o la suscripción.

💡 Una visita bien gestionada puede abrir la puerta a una relación de largo plazo.

En resumen

El Customer Journey no es un esquema teórico, es una herramienta práctica. Permite pensar en cada detalle de la experiencia del visitante y mejorarla paso a paso, sin perder la autenticidad ni la conexión con tu identidad.

Implementarlo no significa replicar modelos ajenos, sino entender tu punto de partida y construir desde ahí.

📍 Diagnosticar dónde estás, con qué recursos contás y qué tipo de experiencia querés ofrecer es clave para avanzar con claridad.

Cada bodega, cada proyecto, tiene su tiempo y su escala. Lo importante es tener una dirección y trabajar con intención en cada etapa del camino.

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